El ecoturismo puede estresar a los osos si no se regula
Una investigación de la Unidad Mixta de Investigación en Biodiversidad, en la que participan el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Universidad de Oviedo y la Consejería de Medio Ambiente del Principado de Asturias, con la colaboración de centros de investigación de Eslovenia, Finlandia y Noruega, ha analizado las consecuencias positivas y negativas del turismo osero. Entre las consecuencias positivas, los investigadores explican cómo el hecho de que las personas quieran conocer más de cerca esta especie puede redundar en la mejora de su conservación. En cambio, entre las negativas se encuentran el riesgo de realizar los avistamientos en áreas de alimentación o de celo, que, ante la presencia humana, el oso podría abandonar o frecuentar en horarios muy concretos, provocándose así una situación de estrés para el plantígrado. El oso pardo es uno de los animales más demandados del ecoturismo relacionado con la observación de animales silvestres en Europa y Norte Améric