La montaña rusa de Blusens: de ser la gran promesa tecnológica gallega a las denuncias y tribunales
Si la tecnología española tuviera su panteón de rockstars Blusens sería firme candidata a ocupar un puesto de honor. Difícil encontrar una empresa patria dedicada a la electrónica de consumo que ilustre mejor la máxima de Humprey Bogart en Llamad a cualquier puerta y que habitualmente se asocia a James Dean: “Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver”. Durante sus años dorados , en los que la firma de origen gallego patrocinaba un equipo de Moto GP , lucía su marca en la pasarela de Miss España y protagonizaba fastuosas campañas de promoción en Pachá , Blusens (Blu:sens) acaparó piropos y galardones. Su impulsor, José Ramón García, llegó a recibir en 2007 de manos del entonces principie Felipe el Premio Joven Emprendedor . Hoy la compañía está liquidada y su nombre, envuelto en polémica . Fundada en Santiago en 2002, con un más que modesto capital de 3.000 euros , Blusens consiguió convertirse en muy poco tiempo en una empresa de éxito que facturaba 56 millones anuales