Cráneos tallados con forma de copa, prácticas caníbales y otras cosas que se hacían en Málaga hace 7.000 años
Costillas, un esternón, una mandíbula y falanges de las manos . Los restos de siete personas con marcas de dientes, mordidas y cortes para separar la carne de los huesos junto a un cráneo esculpido para hacer las veces de una copa. Eso es lo que ha encontrado un equipo de investigadores mientras estudiaban la historia de uno de los lugares más fascinantes del sur de España, el Torcal de Antequera. Fue en 1988 cuando mientras investigaban en la Cueva del Toro se dieron de bruces con los restos de cuatro adultos, dos adolescentes y un niño. Pero no ha sido hasta ahora cuando con nuevas técnicas de análisis, pruebas de ADN y dataciones con carbono 14, nos ha permitido concluir que lo que teníamos entre manos son una de las primeras evidencias de canibalismo del neolítico antiguo . Un fenómeno tan inesperado que no lo entendemos bien Dimas Martín Socas y María Dolores Camalich Massieu dirigen el equipo interdisciplinar formados por especialistas en arqueología, antropología y