A él le debemos la primera consola de videojuegos de la historia: Ralph Baer, un gigante de la ingeniería con una vida apasionante
La historia de Ralph Baer merece ser contada. Y su obra, apreciada. A este ingeniero, en gran medida autodidacta, le debemos la creación de la primera consola de videojuegos comercial . El título de «padre de los videojuegos» que de una forma prácticamente unánime le han otorgado los historiadores y los periodistas especializados en esta forma de creación artística se lo ha ganado a pulso. Para el grueso de los aficionados no es tan conocido como Shigeru Miyamoto, John Carmack, Yu Suzuki o Ron Gilbert, entre muchos otros geniales diseñadores de videojuegos, pero sin su trabajo quizá estos creadores no habrían llegado adonde lo han hecho. Ralph Baer ha pasado a la historia junto a William Higinbotham, Josef Kates, John Makepeace Bennett o Raymond Stuart-Williams, los auténticos pioneros que afianzaron las bases de una forma de expresión disfrutada hoy por millones de personas. De la Alemania nazi a la eclosión tecnológica estadounidense Su nombre de pila, Rudolph Heinrich Baer, d