“El cuchillo más rápido de Londres”: cuando la cirugía era una carrera de velocidad contra la muerte
Dos minutos y medio . Eso es lo que tardaba el doctor Robert Liston en amputar una pierna, desde que hacía la primera incisión hasta que cortaba los hilos sueltos de las suturas. Hoy por hoy sería considerado un temerario, chapucero y descuidado; pero, muy al contrario, en la época de Liston era considerado el cirujano más reputado del Reino Unido. Hablamos de la primera mitad del siglo XIX, un mundo sin anestesia en el que cada segundo era fundamental. No sólo minimizaba el dolor del paciente, sino que mejoraba (y mucho) las posibilidades de supervivencia. Según el historiador médico Richard Gordon , se calcula que en las mesas del University College Hospital donde operaba Liston morían uno de cada diez pacientes. En las del hospital de St. Bart, también en Londres, morían uno de cada cuatro. La cirugía era una carrera contra la muerte . Un virtuoso del cuchillo (pero la potencia, sin control...) Ese virtuosismo hacía que decenas de pacientes acamparan en la puerta del hospital p