He montado un piano de cartón, y ahora mi opinión sobre Nintendo Labo ha cambiado (a mejor)
Cuando se presentó Nintendo Labo me pareció una grandísima idea. Un concepto que, pese a la simpleza de sus materiales y la larga historia que tiene a sus espaldas eso de montar figuras y objetos, me parecía revolucionario. No un invento para todos los públicos, claro, algo orientado a esa rama infantil tan abandonada por el mundo del videojuego y, a su vez, tan merecedora de atención. Nintendo, sin duda la compañía que más tiene en mente a ese público, quería poner en las tiendas algo que los más pequeños de la casa pudiesen montar con sus propias manos, preferiblemente en compañía de un adulto, para crear sus propios juguetes de cartón interactivo. Ahora, con Nintendo Labo sobre la mesa, mi concepto de lo que puede llegar a ser ha cambiado muchísimo (a mejor). Primeras impresiones con Nintendo Labo No es que me haya percatado de que esa idea tal vez no sea tan grande o su concepto tan revolucionario. No, lo que me ha ocurrido al empezar a montar piezas de cartón es que, lo qu