He probado decenas de alternativas y de aquí no me bajo: sigo prefiriendo mi 'trackball' a cualquier ratón
La elección del ratón con el que convivimos cuando utilizamos nuestro ordenador es, al igual que la del teclado, estrictamente personal. Creo firmemente que en este terreno no hay reglas . A algunos usuarios les encantan los teclados de membrana, mientras que otros, entre los que me incluyo, adoramos los mecánicos . O los que incorporan interruptores optomecánicos. Por supuesto, todas estas opciones son igualmente apetecibles porque el mercado nos ofrece teclados de mucha calidad que recurren a estas tecnologías. Con los ratones sucede lo mismo. Hay propuestas de mucha calidad de toda condición y pelaje, pero yo prefiero los trackballs a los ratones con diseño tradicional por muy avanzados que sean estos últimos. De hecho, utilizo un trackball a diario desde hace diecisiete años y aún no me he cansado de él. Bueno, en realidad durante este tiempo han pasado por mis manos tres de estos dispositivos, pero todos ellos eran trackballs con un diseño muy similar. Nada de ratones. Los &