Hace mucho que los nanómetros dejaron de ser una medida indispensable para transformarse en un reclamo de marketing
Los nanómetros ya no son lo que eran. Cuando las micras les dieron paso a mediados de la década de los 2000 y los fabricantes de procesadores comenzaron a utilizarlos para identificar la tecnología de integración que estaban empleando los usuarios teníamos algo tangible a lo que aferrarnos. Durante esos primeros años los nanómetros eran una medida razonablemente fiel de la longitud de las puertas lógicas, como lo eran las micras antes, por lo que podían ser utilizados como referencia para comparar la sofisticación de los nodos litográficos . Sin embargo, hace muchos años que este parámetro ha perdido buena parte de su utilidad para los usuarios. Y lo ha hecho porque los fabricantes de semiconductores han comenzado a utilizarlo como una argucia de marketing. Los nanómetros ya no reflejan fielmente la longitud de las puertas lógicas u otro parámetro físico, como la distancia entre los transistores. Cada fabricante de chips los maneja con mucha libertad, lo que a los usuarios nos impi