El maravilloso proceso artesanal con el que se fabricaban antiguamente los globos terráqueos
Dentro de sus infinitas posibilidades, los mapas son una herramienta limitada a la hora de representar el mundo en el que vivimos: son planos. Todas las proyecciones cartográficas parten del mismo problema , de hecho: es imposible representar de forma fidedigna un globo sobre una superficie plana, y de ahí las obligadas distorsiones. Mercator solucionó la disyuntiva estirando los polos y sobrerrepresentando visualmente las tierras muy septentrionales y meridionales. Otros mapas optan por atildar más los continentes, deformando las figuras . Siglos atrás, hubo cartógrafos que tuvieron una respuesta más elegante y original a tan ancestral disyuntiva. Surgieron así los globos terráqueos , pequeñas representaciones de la Tierra a escala (esférica, por ende) en las que la colocación de los continentes y de los mares podía hacerse con mayor exactitud, sin demasiadas distorsiones. Su fabricación ha sido históricamente artesanal , mucho antes de que el mundo moderno, con sus industrias m