No hay escasez de chips, lo que hay es un déficit enorme: estamos fabricando más que nunca y aun así no es suficiente
En 2021 la industria global de los semiconductores facturó 555 900 millones de dólares. A las personas que no estamos acostumbradas a manejar cifras tan abultadas suele costarnos ponerlas en perspectiva, pero sí, es una barbaridad de dinero. De hecho, según la Asociación de la Industria de los Semiconductores (SIA), el año pasado este mercado creció un 26,2% si lo comparamos con el volumen de negocio que tenía en 2020. No cabe duda de que muchas otras industrias venderían su alma al diablo para conseguir un crecimiento como este. Sin embargo, y esto es lo más perturbador, los usuarios tenemos una sensación de desabastecimiento muy tangible fruto de la dificultad que tenemos para comprar algunos dispositivos muy dependientes de los semiconductores, como los ordenadores, las consolas de videojuegos , o, incluso, los coches , entre muchos otros productos. Esta coyuntura está provocando que algunos consumidores concluyan que los chips escasean, pero nada más lejos de la realidad. Los