La caza furtiva acorrala a los pangolines
Desde 2008, la demanda de pangolines no ha cesado. De hecho, se estima que en los últimos 10-15 años, más de un millón de estos extraños mamíferos ha sido capturado de forma ilegal en el continente asiático, donde más se consumen, una cifra que se eleva a dos millones según la Environmental Investigation Agency (EIA, por sus siglas en inglés) y con sede en Londres. La caza ilegal es la principal amenaza de las ocho especies de pangolines que existen en el mundo (cuatro en Asia y cuatro en África), de los que se vende su carne a precios muy elevados y sus escamas para la medicina tradicional china. En este país, se mantiene la cuota anual de 25 toneladas, es decir entre 25.000 y 50.000 pangolines criados en cautividad (cada adulto pesa unos cinco kilos y las escamas representan un 20% de su peso), a lo que se une la caza furtiva. Dado el aumento creciente del tráfico ilegal de estos animales, desde septiembre de 2016, se ha incluido a los ocho especies en el Apéndice I de la Convenc