Opera lleva 30 años plantando cara a gigantes como Microsoft, Google y Apple. Así planea seguir haciéndolo otros 30 años
Hablar de navegadores en la era de TikTok, Instagram, ChatGPT y Netflix quizás suene casi anacrónico, como si se hubiesen convertido en una commodity y lo importante fuese lo que ocurre dentro de su ventana, no en los bordes. Como si se tratase de una guerra del pasado y empeñarse en retorcerla en 2024 fuese una excesiva burocracia, café para cafeteros. Definitivamente la época dura de la guerra de los navegadores sí es algo del pasado, pero su importancia no, y la diferencia entre la opción que escojamos tampoco. Chrome se ha convertido en el estándar, Safari se ha hecho fuerte en la parcela que ocupa su ecosistema, especialmente en el iPhone; Edge es la gran apuesta de Microsoft para recuperar el terreno perdido y Firefox ha ido perdiendo fuelle con el tiempo , aunque no la convicción de sus fans, que siguen siendo una comunidad única. Y como invitado a esta fiesta, observando desde una pequeña cuota de mercado que sin embargo le permite seguir haciendo crecer su producto, Oper