Análisis de Marvel vs. Capcom: Infinite: la saga regresa a sus raíces y mantiene lo aprendido, pero olvida elementos esenciales
En septiembre de 1996, y en plena edad de oro de los juegos de lucha, Capcom dejaría miles de mandíbulas desencajadas con su última genialidad para recreativas: ‘X-Men vs. Street Fighter’ reunía a algunos de los personajes más populares de la casa de las ideas con los world warriors, ofreciendo un espectáculo de combos, relevos y licencias inigualable. Pero lo mejor es que aquello sería el inicio de una de las más emblemáticas -y queridas- sagas de los juegos de lucha. 21 años después, la compañía del blue bomber firma un nuevo crossover entre ambos universos, pero lo hace replanteando la saga en otra dirección: ‘Marvel vs. Capcom: Infinite’ no sigue la línea evolutiva de las tres entregas numeradas . Por un lado, Capcom apuesta por ofrecer una experiencia de juego contundente tanto online como offline, por otro es consciente que la posición de Marvel no es igual a la de hace dos décadas. ¿La solución? Apostar por un modo historia contundente . Ryu, Iron Man, Dante, Spider-M...