"Hemos cambiado el rumbo": Mercedes quiso saltar al coche eléctrico en tiempo récord y tiene claro que se equivocaron

"Hemos cambiado el rumbo": Mercedes quiso saltar al coche eléctrico en tiempo récord y  tiene claro que se equivocaron

Se cumplen ahora cuatro años. Era verano de 2021 cuando Mercedes lanzaba su órdago: en 2030 serían una marca exclusivamente eléctrica. Querían hacerlo construyendo ocho gigafactorías para ir dando salida a sus coches eléctricos y sus baterías. Hoy tienen claro que equivocaron el tiro.

"Durarán más de lo previsto". "Hemos cambiado el rumbo, los motores de combustión electrificados durarán más de lo previsto". Son palabras de Ola Källenius, CEO de Mercedes, en Auto Motor und Sport confirmando lo que era un secreto a voces: Mercedes no cumplirá los plazos previstos en el coche eléctrico.

La compañía, por tanto, seguirá apostando por motores de combustión que son claves. No es que los fuera a retirar de la noche a la mañana pero esa obligación autoimpuesta de ser eléctricos en 2030 les llevaba a ir reduciendo sensiblemente su oferta hasta centrarse exclusivamente en el coche eléctrico.

Dos síntomas (1). Aunque llevaba mucho tiempo rumoreándose y en invierno Mercedes ya dijo que "hubo demasiado optimismo en la industria", hay dos grandes síntomas que venían a decirnos a las claras que el tiempo de los motores de combustión no había muerto.

El primero era el fracaso del EQS como abanderado del coche eléctrico en la compañía. La gran berlina eléctrica, "el Clase S eléctrico" ha sido un fracaso y confirmaba que el cliente de un coche de lujo sigue apostando mayoritariamente por la combustión. El tiempo dirá si es algo exclusivamente ligado a la autonomía o también hay cierto posicionamiento político detrás.

Lo cierto es que la compañía aprovechó el coche para dar un lavado de cara a la imagen, vender el máximo refinamiento con la última tecnología y su software más avanzado con una Hyperscreen que sorprendió por rompedora. Lo cierto es que el cliente de Mercedes ha seguido prefiriendo el más clásico Clase S.

Dos síntomas (2). El segundo síntoma que adelantaba que Mercedes había cambiado de rumbo lo dio su división deportiva AMG. El cliente adinerado es especialmente complicado de convencer cuando se trata de electrificar la flota. Para cumplir con las exigencias europeas, Mercedes apostó en su división deportiva por un cuatro cilindros híbrido y aunque le llegó a sacar 680 CV, los coches que lo han montado han fracaso en ventas.

La solución ha pasado por devolver a estos coches de lujo los motores V8. La compañía confirmó que seguirá trabajando en ellos y aunque se electrificarán, el cliente potencial de coches de más de 100.000 euros y extremadamente deportivos parecen seguir pidiendo motores enormes. No es casual que, en su día, BMW ya anunciara que seguiría centrando esfuerzos en desarrollar motores de combustión. Concretamente en los de seis y ocho cilindros.

Si quieres gasolina, lo pagas. Todo indica que, como sucederá con gamas más bajas, empezaremos a ver dos categorías de productos claramente diferenciadas en Europa. Las políticas en materia de contaminación nos llevarán a ver una extensa electrificación (con híbridos enchufables y eléctricos) en la gama baja y media y un cerco a los motores de combustión en la oferta más cara o de lujo.

En el caso de Mercedes, todo indica que seguirán desarrollando motores de combustión pero cercados a su oferta más inalcanzable o mercados donde las prisas con el coche eléctrico no sean tantas. La confirmación de que, además de los V8 para AMG, también seguirán vendiendo el enorme V12 limitado a las versiones Maybach de su Clase S es un buen ejemplo.

Pero también lo es que Mercedes se ha centrado en "democratizar" sus coches eléctricos. El Mercedes CLA eléctrico no será el coche más barato pero la compañía germana sí quiere que se convierta en su primer gran súper éxito eléctrico. Y la fórmula es clara: mejorar la autonomía.

"Racional". Para Källenius, además, esta estrategia es la más "racional". Sí, la misma que ha estado sosteniendo hasta ahora Toyota, la de vender la tecnología más demandada allí donde la pidan o la dejen vender. Por eso se siguen centrando en los híbridos pero aseguran que el coche eléctrico será clave... en Europa.

Y Källenius sabe que la estrategia multienergía les ayuda a mantenerse a flote. Sus mecánicas híbridas y sus motores enormes seguirán siendo clave en Estados Unidos y en Europa (quienes lo puedan pagar), al tiempo que necesitan coches eléctricos competitivo en China. "Es nuestro mercado más importante y crucial para nuestras innovaciones técnicas", señalaba el propio CEO de Mercedes hace unos meses.

Un producto que pasa no solo por el motor. Aquí, el software de última generación es imprescindible porque sin él no creen poder competir en China. Son conscientes de que "los clientes chinos no solo usan el coche para moverse de A a B. Para muchos, también es una segunda sala de estar". Y ahí Mercedes necesita marcar diferencias si no quiere protagonizar una caída libre.

Una que ya ha comenzado.

Foto | Mercedes

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La noticia "Hemos cambiado el rumbo": Mercedes quiso saltar al coche eléctrico en tiempo récord y tiene claro que se equivocaron fue publicada originalmente en Xataka por Alberto de la Torre .




Fuente: Xataka
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