Ferrari llevaba 10 años demandando a una empresa de juguetes. Todo para que Testarossa vuelva a ser un coche y no una bicicleta
A quienes ya peinamos algunas canas, el nombre Testarossa nos transporta directamente al Miami de finales de los 80, cuando Sonny Crockett y Rico Tubbs saltaban de los yates de los narcotraficantes y se ponían al volante de un Ferrari Testarossa blanco en la mítica Corrupción en Miami (Miami Vice). En buen parte gracias a esa serie, Ferrari convirtió al Testarossa en una leyenda salida de los lápices de Pininfarina, haciendo que todos los niños de la época suspirasen al ver las inconfundibles tomas de aire laterales (se las conocía como ralladores de queso) de este modelo. Sin embargo, en un acto de monumental torpeza por parte de Ferrari, la firma italiana perdió el control comercial de la marca Testarossa. De acuerdo a lo publicado por Reuters , una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) se los ha devuelto tras más de una década luchando por ellos. En Xataka Son fundadores y ultrarricos, pero no siempre han conducido supercoches de lujo: un repaso...