Hemos construido tantas presas en los últimos 190 años que no solo hemos cambiado la duración del día: también hemos cambiado el eje de rotación

Hemos construido tantas presas en los últimos 190 años que no solo hemos cambiado la duración del día: también hemos cambiado el eje de rotación

Hace unos años, científicos del Jet Propulsion Lab de la NASA estimaron que el llenado de la presa de las Tres Gargantas, el descomunal proyecto hidroeléctrico de China, implicaba el movimiento de una masa de agua tan vasta que era capaz de alargar 0,06 microsegundos el día terrestre. La presa china es un caso singular por su magnitud, pero es solo uno más de las decenas de miles de embalses que pueblan nuestro planeta.

El impacto global de estos embalses ahora se ha sometido a estudio.

Desplazando los polos. Un nuevo estudio ha hallado pruebas de los impactos geológicos que la construcción de presas puede tener a escala global. Observaron que la construcción de presas había causado un leve desplazamiento de los polos geográficos del planeta,

¿Polos geográficos? De pequeños probablemente nos enseñaran que los polos geográficos y polos magnéticos de nuestro planeta estaban ubicados en puntos distintos de sus respectivos círculos polares. Seguramente nos enseñarían que los polos magnéticos tienden a desplazarse lentamente con el paso del tiempo mientras que los polos geográficos se mantienen estáticos conformando el eje de rotación de la Tierra.

Esto es más o menos cierto, pero no preciso del todo: los polos geográficos también pueden desplazarse. El motivo está en la estructura misma de la Tierra. Nuestro planeta no es un bloque de roca uniforme sino que se conforma por varias capas concéntricas.

Si bien la capa exterior es esencialmente sólida, las interiores no lo son. Como si fuera una colchoneta sobre una piscina, la corteza terrestre “flota” sobre el manto, lo que implica que puede desplazarse de forma más o menos independiente desplazada por las fuerzas físicas que se apliquen en cada caso.

Redistribuyendo la masa. Fuerzas que a su vez dependen en parte de la distribución de las masas que encontremos en esta parte superficial del planeta, una distribución que se altera cada vez que introducimos cambios en la geografía de nuestro planeta. Estos cambios incluyen el desplazamiento de grandes masas de agua a los pantanos, agua que en condiciones “normales” habría regresado al océano arrastrada por los ríos en los que construimos presas.

“Conforme atrapamos agua detrás de las presas, no solo eliminamos el agua de los océanos, reduciendo el nivel del mar, también se distribuye la masa de una forma distinta alrededor del mundo”, explicaba en una nota de prensa Natasha Valencic, coautora del estudio.

6.862 embalses. El equipo responsable del estudio analizó el impacto de la acumulación de agua en 6.862 embalses, una acumulación de agua que representa dos veces el volumen del Gran Cañón del Colorado. El equipo observó que entre entre 1835 y 2011 esta acumulación de agua podría ser responsable de casi un metro de desplazamiento en el eje de rotación terrestre con respecto a la superficie del planeta.

El desplazamiento se dividiría en dos etapas, La primera entre 1835 y 1954, en la que el polo se habría desplazado 20,5 cm hacia el meridiano 103 este a consecuencia de la construcción de presas en Europa y Norteamérica. La segunda, entre 1954 y 2011, habría estado dominada por la construcción en Asia y África del este, llevando el polo 57 centímetros hacia el meridiano 117 oeste.

Los detalles del estudio fueron publicados en un artículo en la revista Geophysical Research Letters.

Más que embalses. Las implicaciones de estos cambios geográficos no son extremas: al fin y al cabo las placas tectónicas no dejan de moverse a nuestros pies pese al hecho de que sus ritmos suelan ser más pausados. Sin embargo, conocer estos pequeños movimientos puede ayudarnos a comprender algunas de las dinámicas geológicas y el impacto del ser humano sobre ellas.

“No vamos a caer en una nueva edad de hielo porque el polo se haya modificado alrededor de un metro en total, pero sí tiene implicaciones para el nivel del mar”, aclaraba Valencic.

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Imagen | Ali Madad Sakhirani

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Fuente: Xataka
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