En 2001 nació un método de productividad que iba a sobrevivir a todos los demás: 24 años después, sigue siendo inmortal
En 2001, David Allen publicó ' Getting Things Done '. En él creó el método GTD. Casi un cuarto de siglo después, ese método sigue siendo relevante. Es un logro que eso haya ocurrido pese a las enormes diferencias actuales con 2001, y es aún más notable si tenemos en cuenta que en este tiempo han nacido docenas de métodos aparentemente superiores. La mayoría han muerto. La pregunta no es qué hace que un método de productividad sea bueno, sino qué lo hace inmortal. En el ecosistema de la productividad, GTD es el cocodrilo: lleva décadas prácticamente sin cambios porque encontró la fórmula evolutiva perfecta. Otros métodos han ido desapareciendo mientras tanto: ' Zen to Done ' prometía perfección zen . ' Getting Results the Agile Way ' ofrecía sofisticación empresarial. ' Building a Second Brain ' vende la utopía del conocimiento personal. Muy poderosa pero al alcance de pocos. O bien ya nadie habla de ellos, o bien se alejan del concepto de méto...