Los "misiles teledirigidos" están revolucionando el tratamiento contra el cáncer. Y ya están dando resultados

Los "misiles teledirigidos" están revolucionando el tratamiento contra el cáncer. Y ya están dando resultados

La quimioterapia marcó una gran revolución en el tratamiento de los diferentes cánceres pese a sus muchos problemas en la inespecificidad de 'ataque' que provocaba que las células sanas también se vieran afectadas por sus efectos. Pese a que se ha intentado hacer quimioterapias cada vez más específicas, la realidad es que el siguiente paso natural en la evolución del tratamiento es la inmunoterapia, que es un campo que no para de avanzar, dándonos cada vez más alegrías en la lucha contra el cáncer. 

Pero hay una revolución que quiere ir mucho más allá, y no es más que coger todo lo bueno que tiene la inmunoterapia con la alta potencia de la quimioterapia. Y este 'cóctel' tiene nombre: inmunoconjugados (ADC). 

El problema actual. Las quimioterapias tradicionales se han visto como un tratamiento realmente agresivo que genera una gran cantidad de efectos secundarios al atacar a absolutamente todo lo que se encuentran. Esto obliga a tener que replantear la estrategia. Para ello, se ha pensado en la inmunoterapia que básicamente lo que hace es 'despertar' a nuestras defensas naturales para que pueda atacar al tumor con sus propias herramientas. Algo que se hace de manera personalizada para cada individuo al extraer por ejemplos sus linfocitos T para 'reprogramarlos' y hacer que peleen contra el tumor que no es más que células propias. 

Pero el siguiente paso requiere esta especificidad con una mayor potencia de la que puede dar el sistema inmunitario estimulado. Y esto obliga a buscar nuevas terapias que tienen un mecanismo similar, aunque va más allá en la forma de aplicar el medicamento sobre las células diana. Y aquí es donde nos encontramos en la lucha contra el cáncer.

El objetivo del tratamiento. Precisamente el futuro se centra en tratamientos personalizados para cada uno de los pacientes que tiene un cáncer en su organismo, sin tener que generalizar con un fármaco para un tipo de tumor. Esto se consigue con tratamientos que son considerados 'misiles teledirigidos' o 'caballos de Troya' que prometen una mayor especificidad a la hora de atacar una célula tumoral y dejar 'tranquilas' a las células sanas del organismo. Pero siempre atendiendo a las características particulares que tiene el tumor de una persona. 


Esto es lo que se consigue con los ADC que están diseñados como un misil con una precisión letal. Su misión es llevar una carga explosiva de quimioterapia al interior de la célula tumoral, ignorando en gran medida a las células sanas y los resultados están siendo prometedores en las primeras fases de la investigación, lo que demuestra su gran potencial para curar a más pacientes en las etapas tempranas. 

Así funcionan. La tecnología detrás de los ADC (Antibody-Drug Conjugates) es tan elegante como potente. Se compone de tres partes clave:

  1. El anticuerpo que actúa como el sistema de guiado. Un anticuerpo monoclonal diseñado en laboratorio para buscar y acoplarse como una llave en una cerradura a unas proteínas específicas, una especie de “antenas” (receptores), que se encuentran masivamente en la superficie de las células tumorales. Y la cuestión es que cada célula tumoral tiene unas 'antenas' diferentes y por ello es importante dar con el anticuerpo más adecuado. 
  2. La carga, que podemos asumir que es nuestra 'ojiva' que es una molécula de quimioterapia muy potente y tan tóxico que a menudo no puede administrarse en modo de quimioterapia normal debido a los grandes efectos que tiene. De esta manera, aquí estamos combinando quimioterapia con inmunoterapia. 
  3. El enlazador. Un mecanismo que une el anticuerpo y la carga para que pueda viajar de manera 'cómoda' por la sangre hasta llegar a su tejido diana. 

El proceso es pura estrategia militar: el ADC viaja por el cuerpo, el anticuerpo detecta su objetivo (la célula cancerosa), se ancla a ella y la célula, engañada, lo absorbe. Una vez dentro, el enlazador se rompe y libera la quimioterapia, aniquilando la célula maligna desde su interior y sin afectar a las 'vecinas'. 

Un antes y un después. En el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO 2025) sin duda este tratamiento ha estado en boca de muchas personas expertas. Y es lógico viendo los buenos resultados que se han ido reportando al respecto. Solo hay que ver un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista New England Journal of Medicine que confirma que este un ADC como es el trastuzumab deruxtecan es más eficaz que en la quimioterapia convencional ante los casos de cáncer de mama metastatizados HER2+, al mostrar mejoras desde 7 hasta casi 10 meses sin progresión tumoral.

Otro tratamiento, el sacituzumab govitecán, también ha mostrado importantes resultados ante el cáncer de mama triple negativo, que es uno de los más agresivos y que peor pronóstico podía llegar a tener. El resultado también muy prometedor: una mejora en la supervivencia y en la calidad de vida. 

El lado oculto. Como toda tecnología de vanguardia, los ADC no están exentos de desafíos. No son inocuos. Uno de los genios detrás de estos estudios, como es el español Javier Cortés apuntó a los efectos secundarios que se podía presentar, principalmente diarreas y bajada de defensa. Esto hizo que tuviera que apuntar a que "en general, los caballos de Troya dan una toxicidad que, en relación con la quimioterapia tradicional, suele ser algo mejor". 

Pero también otro frente por delante: en algunos pacientes con este tratamiento el tumor sigue creciendo. La investigación se centra ahora en entenderlo: puede que los receptores de la célula tumoral muten y no sean la diana adecuada, que falle el mecanismo de liberación de la quimio dentro de la célula, o que el tumor sea, simplemente, resistente a esa quimio en particular.

El futuro. A lo que se apunta ahora mismo es la posibilidad de mezclar los ADC con la inmunoterapia o incluso combinar varios ADC entre sí. Pero donde se pone la cosa más interesante es la posibilidad de cargar estos 'caballos de Troya' con radioligandos, es decir, radioisótopos radioactivos para aplicar una radioterapia muy selectiva sobre las células cancerosas. De esta manera, se abre un gran abanico de posibilidades por delante para el tratamiento del cáncer. 

Imágenes | Angiola Harry National Cancer Institute

En Xataka | Los cánceres de colon están aumentando de forma alarmante entre los jóvenes. Tenemos un sospechoso: el sedentarismo




-
La noticia Los "misiles teledirigidos" están revolucionando el tratamiento contra el cáncer. Y ya están dando resultados fue publicada originalmente en Xataka por José A. Lizana .




Fuente: Xataka
Enlace: Los "misiles teledirigidos" están revolucionando el tratamiento contra el cáncer. Y ya están dando resultados

Comentarios