Los vecinos de la carretera C-31 sufren a diario el ruido de los coches. Solución: límites variables por la noche

Cataluña ha descubierto los límites de velocidad variables. Y está empezando a explotarlos para dar solución a problemas de distinta índole. Esta alternativa a una velocidad máxima única e inflexible se aplica en otros países de Europa pero no hay tenido arraigo en nuestro país. Hasta ahora.
El último lugar en probarlo es la C-31.
Prueba piloto. De momento, es un experimento. Un examen interesante que puede definir el futuro de algunas otras carreteras de Cataluña. Porque, de momento, no parece que la DGT esté por la labor de aplicar la medida en el resto de España.
Desde ayer, lunes 27 de octubre, los conductores tienen que reducir su paso a un máximo de 70 km/h entre las 22:00 y las 07:00 horas a su paso por Castelldefels (y Gavà). La prueba quiere comprobar hasta qué punto se puede reducir el impacto sonoro en una carretera que está muy cercana a las viviendas de estos municipios.
Para ello, se han instalado dos sonómetros que recogerán datos a lo largo de los seis kilómetros en los que los coches tienen que reducir la velocidad.
A 70 km/h. Como decíamos, esta es la velocidad a la que tendrán que circular los coches durante la noche. El resto del día, la circulación se moverá en un máximo de entre 90 y 100 km/h, los límites que hasta ahora eran inflexibles en este tramo. Es decir, quien se mantenga a la velocidad original se enfrenta a una sanción de 100 euros sin retirada de puntos.
La prueba es temporal. El próximo 4 de diciembre se volverá a las velocidades máximas habituales y, a partir de entonces, los conductores podrán volver a sus 90-100 km/h. Entonces será cuando se analicen los datos y se estudie si merece la pena aplicar nuevas medidas.
No es el primer caso. Según la DGT, aplicar límites de velocidad variables puede ayudar a reducir la siniestralidad en un 10% pero, de momento, esta medida no se ha aplicado en ningún caso. El sistema es sencillo, utilizando los luminosos de la carretera, la velocidad máxima varía hacia arriba o hacia abajo.
El sistema es muy utilizado en Alemania. Especialmente en los famosos tramos sin velocidad máxima de las Autobahn. Y es que, realmente, estos tramos sí pueden tener un límite. Allí, los límites pueden variar en función de la climatología, las horas del día (como en el caso anterior) o en función del tráfico que se concentra en horas punta.
Este último caso es, por ejemplo, el de la AP-7. La Generalitat de Cataluña estudia aplicar tramos con límites de velocidad variable para tratar de reducir los riesgos por el aumento de tráfico registrado desde que se levantaran los peajes. Incluso se ha llegado a proponer que en algunos casos se mantenga un máximo de 60 km/h.
El ruido. Es un problema que hace tiempo que se viene estudiando por parte de algunas instituciones. La mayor parte de las veces es un problema que se atiende primero desde los municipios donde es más problemático el ruido de un motor (especialmente de las motocicletas) y del sonido de la música que el propio rodar del coche.
Sin embargo, lo que aquí se atiende es el ruido generado por el paso de los coches. Se calcula que un coche que circula a 70 km/h genera 3 dB menos de media que un coche que circula a 120 km/h. Hay que tener en cuenta, eso sí, que el crecimiento es logarítmico y el impacto de esos 3 dB es mucho mayor en el salto de 77 a 80 dB que en el de 17 a 20 dB, por poner un ejemplo.
En este estudio se señala que por la noche el ruido generado por los coches es menor porque el tráfico también es más bajo. Sin embargo, la calma nocturna remarca este ruido y, por tanto, alejar el foco del ruido (en este caso se habla de una vía alternativa más alejada de los vecinos) tiene un mayor impacto por el día que por la noche.
Y más impacto. Además, más allá de que por la noche el ruido de rodadura se perciba con mayor claridad, la OMS también recomienda que las tasas de ruido a las que sometemos a nuestro cuerpo sean menores por la noche. Esto es porque el impacto sobre el descanso es mayor hasta el punto de recomendar que la fuente de ruido no supere los 45 dB.
Sin embargo, se calcula que las carreteras más transitadas se mueven constantemente entre los 75 y los 80 dB. Cifras que ponen en riesgo la salud de quienes viven en los alrededores. En 2021 se estimaba que el exceso de ruido tenía un efecto en las cuentas europeas de 147.000 millones de euros al año, siendo considerada la segunda fuente de riesgo ambiental para el ciudadano, solo por detrás de la contaminación atmosférica.
Foto | Ajuntament de Castelldefels y Google Maps
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La noticia Los vecinos de la carretera C-31 sufren a diario el ruido de los coches. Solución: límites variables por la noche fue publicada originalmente en Xataka por Alberto de la Torre .
Fuente: Xataka
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