Llevamos años esperando a que Siri sea inteligente. Apple por fin tiene un plan y la pregunta es si podemos fiarnos de él

Llevamos años esperando a que Siri sea inteligente. Apple por fin tiene un plan y la pregunta es si podemos fiarnos de él

Nos quedan escasos meses para conocer la nueva Siri. Una Siri que deberíamos haber conocido hace un año, pero que en realidad llevamos esperando mucho más tiempo. Porque no es ningún secreto que hoy en día le pides a Siri que cambie una luz y te dice que esa luz no existe. Se lo vuelves a preguntar y, de repente, te dice que sí. Ya ni hablemos de intentar poner una canción en inglés, porque Siri siempre intenta entenderte en español.

El problema de Siri no es tanto de conocimiento (que también), sino de comprensión y de contexto. Y aquí está lo curioso: ese problema no viene de los micrófonos. Los del iPhone son buenísimos. Los de los AirPods, también. Hace poco Apple llegó con la traducción en tiempo real y lo entiende todo perfectamente, incluso viendo una telenovela china. Entonces, ¿dónde está el problema?

Este pasado junio pidieron perdón a su manera. Confiaron en una Siri que no habían sido capaces de levantar. Y a partir de ahí, con todo este panorama de años de retrasos, surge la pregunta obvia: ¿podemos confiar en la nueva Siri?

Los cimientos de Siri: de app prometedora a asistente frustrante

Siri no nació dentro de Apple. Era una aplicación que Apple compró en 2010 y la integró en el iPhone 4S. Llegó rápido, pero ya con limitaciones. En español, por ejemplo, no llegó hasta el año siguiente, con el iPhone 5 e iOS 6. A partir de ahí, mientras otros asistentes como Alexa y Google Assistant se fueron adelantando, Siri se convirtió en objeto de burla. Y lo peor es que pocas personas confían más en Siri que en Alexa.

Aplicación Siri Siri estaba disponible en la App Store de manera independiente en el 2010

Como fanboy de Apple me duele, pero es la realidad. En mi casa tengo un HomePod y, cuando voy a casa de mi hermano y veo que sus Alexa le entienden perfectamente mientras que la mía no le entiende ni el tiempo, me da rabia. Apple tiene un reto doble: primero ponerse al día con la inteligencia artificial; segundo, conseguir algo que otros tienen ya desde hace años. Es decir, no es solo empezar a competir, es alcanzar desde atrás. Y eso es mucho más difícil que simplemente no quedarse atrás.

Funcionamiento de la app Siri en en iPhone 3Gs Funcionamiento de la app Siri en en iPhone 3GS

La promesa que no estuvo a la altura

En junio de 2024 llegó Apple Intelligence. Con ella vendría una Siri revolucionaria capaz de entender contexto, acceder a tus datos personales y ejecutar acciones complejas. Apple lo mostró en la WWDC y todo parecía listo. Lo que nadie sabía es que tenían una arquitectura que solo funcionaba para demostraciones. Craig Federighi lo admitió meses después: había software real funcionando, pero las limitaciones técnicas de esa versión no llegaban al nivel de calidad que sus clientes necesitaban. Funcionaba para el show. Era un desastre para el uso real.

Craig Siri

Cuando llegó la primavera de 2025, tomaron la decisión: empezar de cero con una arquitectura nueva. Eso significaba retrasos. Más promesas rotas. Y dentro de Apple pasaba algo más profundo. Dos equipos internos, con nombres en código Linwood y Glenwood, libraban una batalla que definiría el futuro de la IA.

Linwood era la apuesta interna: Siri hecha completamente con tecnología propia, control total, privacidad absoluta, todo dentro de Apple. Glenwood era usar tecnología externa. Era admitir que no podían hacerlo solos. Mientras tanto, Apple comenzó a perder talento. El arquitecto principal del equipo de Foundation Models se marchó a Meta por 200 millones de dólares. Otros lo siguieron. Docenas de ingenieros clave se fueron a OpenAI, Meta, xAI. Justo cuando Apple necesitaba más apoyo interno, estaba perdiendo a su mejor gente.

Las negociaciones externas avanzaban. Claude, de Anthropic, era técnicamente superior a Gemini en las pruebas internas. Pero Google ganó por una razón más práctica: Apple y Google ya tenían una relación comercial de miles de millones. Google paga a Apple entre 18.000 y 20.000 millones anuales para ser el buscador de Safari. Negociar con Google era más sencillo. Gemini ganó. Glenwood ganó. Y el precio fue mil millones de dólares anuales.

Google Y Apple

El motor secreto de la nueva Siri

Finalmente, Google será el motor de la nueva Siri. Pero Apple ha sido inteligente en la negociación. Google Gemini no será visible. Nunca veremos un logo de Google en Siri. No habrá un "conectando con Google Gemini". Apple ha mantenido el control absoluto de la experiencia de usuario, de la interfaz, de cómo se integra todo. Pero bajo el capó, Gemini estará ahí, haciendo el trabajo pesado.

El modelo de Google tiene 1,2 billones de parámetros, muchísimo más que lo que Apple tiene internamente. Concretamente, un 700% más. Gemini será el responsable de que Siri entienda el contexto de múltiples preguntas, de que concrete información compleja, de que ejecute acciones encadenadas sin quedarse bloqueada.

Apple Intelligence Y Siri

Todo sucederá en los servidores privados de Apple, en su infraestructura de nube. Los datos nunca pasarán por los servidores de Google. Apple ha asignado hardware específico para esto: chips de Apple Silicon dedicados. Así que, básicamente, Apple compró el conocimiento de Gemini y lo instaló en sus propios servidores.

Así que, básicamente, Apple le pagó a Google por instalar su cerebro en sus servidores. Y eso, honestamente, hace que podamos confiar en la nueva Siri. Tan solo hay que ver los avances en IA que ha conseguido Google. Desde el famoso Nanobanana hasta Gemini Live Cámara… Todo este conocimiento integrado a nivel de sistema con iOS y Siri será una gozada.

El contrapunto está en que, según las mismas fuentes que confirman el uso de Gemini, también advierten que el objetivo de Apple es que esta colaboración sea temporal. No sabemos durante cuántos años, pero temporal. La intención de Apple, obviamente, es tenerlo todo lo más controlado posible. Aunque Gemini les ha supuesto un buen atajo.

Apple encontrará su momento para independizarse. Queda mucho por avanzar en inteligencia artificial y, aunque el deseo es que Apple hubiese llegado sola a todo esto, también es todo un reto coger todo el conocimiento de Gemini y hacerlo como ninguna otra empresa lo ha hecho: integrarlo a nivel de servidores propios, a nivel de sistema operativo, manteniendo toda nuestra privacidad.

Sí, es un atajo, pero aun así es un trabajo muy grande. Y, seguramente, con esto podamos tener el mejor asistente del mercado, al menos con las mismas capacidades que Gemini sumadas a la privacidad que solo nos puede dar Apple.

Y aunque Apple ha roto promesas, aunque ha tardado años más de lo que debería, aunque ha tenido que pagarle a Google mil millones de dólares anuales para hacerlo, al menos ahora sí podemos estar seguros de que Siri finalmente funcionará. Porque Gemini es bueno. Muy bueno. Y eso, después de todos estos años, es algo. Aunque haya tenido que venir de fuera para conseguirlo. La vista la tenemos puesta en iOS 26.4 y esa próxima primavera, cuando por fin podamos decir con orgullo: "Oye, Siri".

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La noticia Llevamos años esperando a que Siri sea inteligente. Apple por fin tiene un plan y la pregunta es si podemos fiarnos de él fue publicada originalmente en Applesfera por Guille Lomener .




Fuente: Applesfera
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