Cómo imprimir metal con una impresora 3D convencional


Las impresoras 3D más asequibles y habituales utilizan materiales termoplásticos como el ABS o el PLA para el modelado por deposición fundida. Estos materiales son baratos y sobre todo son fáciles de fundir: suele ser suficiente con que la impresora 3D alcance algo más de 200° grados para que comience a brotar plástico por la boquilla del extrusor. De ese modo la impresora va depositando el material fundido capa sobre capa casi a la vez que el material ya depositado se vuelve sólido de nuevo, en cuanto pierde temperatura y se enfría.

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Fuente: Portada de Tecnología | EL PAÍS

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