Monster Hunter World: así están siendo mis aventuras como jugador recién llegado a la saga

Monster Hunter World

Llevo algo más de 12 horas jugadas en ‘Monster Hunter World’ y tengo la sensación de que esto no ha hecho más que empezar. Hacía tiempo que no me pasaba esto con un juego. Y me gusta. Me gusta porque creo que esta saga y yo vamos a ser grandes amigos a partir de ahora.

Es el primer ‘Monster Hunter’ que toco. Tiene guasa que no hubiera jugado a ninguna entrega anteriormente. Y tampoco sabría decir exactamente por qué. La imposibilidad de llegar a absolutamente todo por mucho que yo quiera, imagino. Ya me gustaría.

La historia es que tengo amigos y conocidos que quedaban para jugar a alguno de los anteriores juegos. No sé a cuáles, pero sí los escuché en varias ocasiones hablando para quedar y salir a cazar monstruos. Hace años de esto. Quizás hayan abandonado el ritual. O, quizás, están todos en ‘Monster Hunter World’ y no me he enterado. En fin, el caso es que hasta ahora no había jugado.

Hasta luego, Destiny 2

Lo halaba con mis compañeros de VidaExtra: ‘Monster Hunter World’ es uno de esos títulos en los que uno no entra sólo a jugar, sino a vivir. A estar allí durante un rato y pasarlo bien, tanto en solitario como en compañía. Puede sonarle extraño a algunos, lo sé. Otros sabrán perfectamente de lo que hablo.

Es lo que nos sucedió a muchos con ‘Destiny’ en su momento. Sobre todo en su última etapa, cuando Bungie había pulido un buen montón de aristas y añadido gran cantidad de contenidos y funcionalidades interesantes. No entrábamos al juego pensando en pegar unos cuantos tiros y ya está, como cualquiera puede hacer en el multijugador de títulos como los ‘Call of Duty’, sino en volver a ese mundo, pasar tiempo en él.

Lo he vuelto a intentar en ‘Destiny 2’, pero hasta que Bungie no solucione todo lo que tiene que solucionar en el endgame del juego, me temo que tengo que decirle hasta luego. Porque sé que volveré. El estudio sigue trabajando para que el juego sea cada vez mejor y nos dé motivos para entrar de forma regular, pero hasta que llegue ese momento, ‘Monster Hunter World’ se ha convertido en mi juego al que volver una y otra vez.

Sucede algo curioso cuando uno juega a ‘Monster Hunter World’: el tiempo transcurre de otra forma. Desconozco si esto ya sucedía con las anteriores entregas. Lo que sí sé es que, en mi última sesión de juego, habían pasado cuatro horas cuando quise darme cuenta. Y en todo ese tiempo sólo llevé a cabo una misión principal de las que hacen avanzar la historia.

El resto del tiempo lo dediqué casi por completo a gestionar recursos, recoger materiales, crear y mejorar equipo, etc. Eso incluye acabar con algún que otro bicho menor en cualquier expedición, con lo cual siempre hay cierta dosis de acción si uno quiere. Las expediciones, para el que no esté familiarizado con el tema, consisten en explorar el mundo sin límites de tiempo ni objetivos únicos. Si necesitas un material para esa armadura que tanto deseas, sal y ve a por él. La experiencia será tan divertida como llevar a cabo cualquier misión.

Nada de RNGesus

Una de las cosas que más me están gustando de ‘Monster Hunter World’ como juego en el que vivir e invertir muchas horas de forma recurrente es que, a diferencia de los ‘Destiny’, no tengo que preocuparme por la aleatoriedad. No hay cajas de botín. Tampoco hay ninguna otra cosa que me salte de forma random y me distraiga de lo que quiero conseguir.

Es decir: si quiero una pieza de equipamiento concreta, lo que tengo que hacer es conseguir los materiales que me permitan forjarla. No dependo del loot aleatorio que deje caer un enemigo. Cuando mato a un monstruo sé qué materiales voy a poder sacar de él, así que si necesito más de eso, mato a más bichos de ese tipo. Lo mismo con el resto de materiales como plantas, setas, insectos, etc. Si sé lo que necesito, salgo en busca de ello. Porque no hay nada peor que dedicarle una hora a un enemigo y que no deje caer más que basura por culpa del RNGesus.

Monster Hunter World

Y las armas... ya no es sólo que haya un buen número de tipos de armas, sino que cada una de ellas tiene diversas variaciones que a su vez se pueden ir mejorando. Y lo más importante: los movimientos y los combos son distintos para cada arma. Una delicia.

No quiero repetir lo que ya tenemos en nuestro análisis, sólo compartir mis primeros pasos como novato de la saga. Creo que ‘Monster Hunter World’ puede ser ideal para empezar. A mí por lo menos me está gustando todo y muy mal tendría que darse la cosa para no acabar esperando con ganas futuras entregas.

Todavía no he probado lo de ir de caza con amigos... tengo la sensación de que vamos a echar muchas horas juntos.

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Fuente: Vidaextra
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