Cómo descomprimir archivos RAR en macOS

macOS viene con una utilidad de compresión y descompresión instalada en el propio sistema de forma predeterminada. Con ella podemos comprimir y descomprimir archivos en varios formatos, incluyendo el universal ZIP. Sin embargo ¿qué ocurre cuando encontramos un archivo RAR? Simplemente que necesitamos una aplicación de terceros para abrirlo, pero ¿cuál?

¿ZIP?, ¿RAR?

Antes de continuar es importante aclarar una pequeña diferencia entre RAR y ZIP, ya que ambos son formatos de compresión y ambos parecen cumplir con la misma función.

Ciertamente, ambos nos permiten comprimir archivos y carpetas. La diferencia radica en que ZIP es un formato abierto que todos podemos utilizar gratuitamente y que es compatible con prácticamente todos los sistemas operativos y dispositivos de forma nativa. Mientras, RAR es un formato propietario que no tiene tanta compatibilidad.

Es cierto que RAR puede tener ventajas y que ZIP puede tener otras. Sin embargo, si en algún momento debemos comprimir un archivo, salvo necesidades especiales y concretas, hacerlo en formato ZIP nos asegurará que podremos enviarlo o compartirlo con la seguridad de que podrá ser abierto cómodamente por cualquier persona.

The Unarchiver

En la Mac App Store encontramos muchas apps de compresión/descompresión, y escoger entre tanta diversidad a veces puede ser una labor compleja. Desde Applesfera queremos recomendar una aplicación llamada The Unarchiver, que podemos descargar gratuitamente desde la App Store.

Es una aplicación ligera, actualizada regularmente, nada compleja y que cumple perfectamente con su cometido, además de ser gratuita. La sencillez de este programa es tanta que, de hecho, ni siquiera hace falta abrirlo para utilizarlo. Una vez instalado simplemente hacemos doble clic en el archivo RAR que deseamos descomprimir y su contenido aparecerá en una carpeta a su lado pasados unos instantes.

En entornos Apple parece que la frecuencia con la que encontramos archivos RAR ha ido disminuyendo poco a poco desde el auge de los compresores. Mucho ha cambiado el panorama desde el tiempo en que las máquinas no andaban tan sobradas de almacenamiento y las conexiones a internet para enviar archivos eran más lentas.